El pasado fin de semana hemos organizado un pequeño “picnic handmade” en el campo. En una finca de viñedos del padre de Ana muy bonita, con un paseo de almendros en plena floración.
La llegada de la primavera a la vuelta de la esquina se reflejaba en los almendros, que se erguían desafiantes al invierno haciendo los honores de la llegada de la espléndida primavera, el campo verde y con olores a tierra. El cielo gris, y azul, con esponjosas nubes que parecen algodón, y como final del día un precioso arco iris iluminando la luz del atardecer….y como no mencionar la maravillosa compañía.
La llegada de la primavera a la vuelta de la esquina se reflejaba en los almendros, que se erguían desafiantes al invierno haciendo los honores de la llegada de la espléndida primavera, el campo verde y con olores a tierra. El cielo gris, y azul, con esponjosas nubes que parecen algodón, y como final del día un precioso arco iris iluminando la luz del atardecer….y como no mencionar la maravillosa compañía.
El viento, los almendros y el arco iris fueron un paisaje perfecto para una comida y un taller de “flores de papel” y “carteles para la lista de la compra, o las cartas”.
Después de ponernos las botas con una barbacoa, donde además teníamos desde tostas con queso de cabra y mermelada de cebolla casera, pates, y hasta sushi de Pirus Tasting, y todo ello acompañado por un vino expléndido de D.O Rueda “Navamonte”, magdalenas de vainilla y tarta de queso, todo casero, comenzamos nuestro taller de manualidades.
Y como veis con muy buenos resultados¡¡¡¡
El día fue un regalo para la vista, el paladar, y el alma.
“Poco más necesito para ser feliz,, tu compañía , una buena lumbre, el paisaje en flor y la música de un arco iris”
“Poco más necesito para ser feliz,, tu compañía , una buena lumbre, el paisaje en flor y la música de un arco iris”
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