La boda de la que voy hablaros hoy es la de nuestro solecito de Tarifa se casó el verano pasado en el Hotel Barranco, un hotel rural, un lugar precioso en el campo de Arcos de la Frontera, que os recomiendo visitar si vais de viaje por la provincia de Cádiz.
Los novios tenían muy claro que querían y como lo querían Porque al final lo más bonito y lo que recordamos son los buenos momentos que compartimos con las personas que queremos, con la familia y los amigos, el sentir que forman parte de nosotros, partícipes de nuestras vidas y de las cosas importantes que nos pasan. Ese es el regalo más especial que podemos tener con ellos, y ellos con nosotros.
Lo bonito de la belleza es poder compartirla, construirla entre todos, un solo ojo no ve nada, necio es aquel que cree que en él sólo está la inspiración. Siempre he creído que la creatividad y el poder de imaginar está en todos/as y cada uno de nosotros/as y que cuanto más se comparte y se pone en común mejores son los resultados.
Se necesita más de un ojo para ver bien, se necesita de cientos, y se necesita más de un corazón para poder contemplar lo importante de las cosas.
¿De que nos sirve ver la más hermosa puesta de sol sino podemos compartirla? Cierto es que es sana la soledad en ocasiones, nos da paz y tranquilidad, pero quien no le pasado que ante la vista de algo hermoso y bello no ha recordado a alguien con quien quisiera compartir ese momento?
Muchas gracias Chelo y Marcos por dejarnos participar de algo tan importante para vosotros.
“Gracias por la inmensa sonrisa de tu corazón, esa que inspira a mis ojos, gracias por volver siempre con la mirada puesta en las estrellas”
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