Hace unas semanas estuve en un pueblo de Ávila,
Flores de Ávila, en un mercadillo medieval exponiendo delantales y sobretodo
aprovechando la ocasión para visitar a mi amiga Almudena.
¡Por fin conocí su
pueblo! Un pueblo precioso, y especialmente ese día en el que todos los
habitantes del mismo participaban de una forma u otra en su mercadillo
medieval, bien haciendo donuts, pizzas, bizcochos caseros, bien con pequeños
puestos de productos artesanales o hechos a mano, sus bailes y actuaciones, y
con sus trajes medievales.
Pero lo que me dejó completamente maravillada y
enamorada fue la cocina de su abuela, una cocina rústica, y antigua que me dejó
embelesada. Me vuelven locas las paredes
irregulares, blancas de cal, con unos techos altos, abuhardillados y con vigas
de madera, y la combinación de elementos antiguos y nuevos, y esa esencia de
las casas labriegas en las que parece detenerse el tiempo, que te traen
recuerdos de la infancia, de los abuelos, de olores a hierva buena, café y
bizcocho, y donde parece que el verano es una estación eterna.
Os dejo con la cocina de la abuela de Almu que espero que os guste tanto como a mi:
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Foto propia |
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Foto propia |
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Foto propia |
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Otras cocinas rústicas con encanto:
"En toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y a la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo"
Paulo Coelho
Feliz jueves
Que gran post. La verdad que las cocinas rusticas me encantan. No se por que pero me gustan mucho. Estoy pensando en reforma mi cocina del chalet y ponerla en plan más rustico. LE dará un toque más personal. Gracias por compartir,
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